Con el comienzo de septiembre, los equipos directivos y docentes, se ponen marcha hacia un camino que se convertirá el itinerario a seguir para este nuevo curso.
José Luis Gallego, director titular del CPR Divina Pastora de Lugo (Salesianos Lugo) ha formado parte de la última promoción del curso de expertos en dirección de centros educativos ofertado por Escuelas Salesianas. Un curso, que vuelve con otra nueva edición en el mes de octubre y noviembre.
Por ello, en esta entrevista, nos recuerda la importancia de la planificación y programación, y del papel del acompañante como Salesiano de Don Bosco y director para el resto del equipo docente, para de verdad abrirnos caminos como escuela que acoge.
“¿Qué tres nuevos aprendizajes te llevas del curso de Expertos en Dirección en Centro Educativos?”
Si tuviese que destacar tres nuevos aprendizajes que hayan sido significativos para mí, destacaría en primer lugar la importancia de la planificación en un centro educativo.
Una planificación que parte de un buen conocimiento de la realidad, de un conocimiento de las posibilidades y de tener claras las metas que perseguimos. Unas metas realizables y evaluables. Los fines tienen una importancia capital, más aún si cabe en nuestros centros salesianos.
Relacionado con lo anterior, quiero destacar la importancia de los asuntos económicos. Es necesario ser muy cuidadoso con este tema ya que sin «economía no es posible la misión» tal como nos explicaba el profesor Rafael Escamilla.
Por último y no menos importante, destaco la importancia de la gestión de equipos. Quizás es uno de los aspectos más delicados de nuestra tarea como directivos, pero su buena gestión tiene una importancia tal que puede transformar un centro tanto para bien como para mal.
Como Salesiano, ¿Qué aspectos crees que ha reforzado este curso de cara a tu relación con el equipo docente del centro?
El poder haber realizado este curso para mí ha sido una oportunidad de crecer enorme. Por una parte, ha sido un curso muy beneficioso en mi desarrollo competencial, pero además creo que me ha hecho crecer como salesiano; me ha hecho reflexionar sobre mi papel animador y de acompañante, sobre los desafíos hodiernos que se nos presentan en la misión, y también sobre las bondades de la formación compartida. Para mí ha sido muy enriquecedor todo lo que mis compañeros de curso seglares me han enseñado.
¿Crees que la figura de la persona coordinadora de un proyecto, o directivo de un centro escolar, puede influir activamente en la ayuda de alumnos/as y familias con necesidades especiales o dificultades socioeconómicas?
Podría parecer que el directivo es una persona que solo hace papeles y contesta correos, además de convocar reuniones. Pero es eso y mucho más; el poner corazón en lo que se hace, al cuidar a los trabajadores, el poner el alumno en el centro y proveer lo necesario tanto material como pedagógicamente para que se lleve a cabo la misión educativa pastoral que nos es encomendada. Influimos indirectamente pero sustancialmente en los alumnos y sus familias.
Es necesario, por tanto, que la labor de coordinación esté atenta a las necesidades de sus destinatarios para poder dar respuestas adecuadas. La función directiva parte de una vocación de servicio y carismáticamente estamos llamados a dar respuesta a todos los alumnos, pero no podemos quedarnos en el alumno medio; debemos estar atentos a aquellos que lo están pasando peor, que poseen menos recursos o que están atravesando dificultades de todo tipo.
